Uno de los mayores temores a los que nos enfrentamos los padres es a los cólicos de un bebé. Son fáciles de identificar: son llantos inconsolables que duran entre tres y cuatro horas, y suelen aparecer a última hora de la tarde o por la noche.
Aunque no es fácil, lo principal es no perder la calma y recordar que los cólicos de un bebé desaparecen hacia los cuatro meses. Sin embargo existen varios consejos que podemos aplicar para prevenir este mal en nuestros peques y en caso de presentarse ayudarles a expulsarlos, pudiendo aliviar el dolor.
Un buen método que podemos aplicar es el realizar masajes circulares en la barriga del bebé, en sentido de las agujas del reloj. Facilitando la expulsión de algún gas y consiguiendo aliviar el dolor que se presenta en ese momento. Es importante destacar, que durante la realización del masaje debemos aplicar una presión suave para que resulte efectivo.
Otro ejercicio a considerar es tumbar al pequeño boca arriba y llevarle las piernas al pecho, para después estirarlas como si estuviera montando en bicicleta. Repite este ejercicio varias veces al día.
Igualmente podemos colocar una bolsa de agua caliente sobre la barriga del bebé o si lo prefieres una toalla mojada con agua caliente, previniendo que no esté excesivamente caliente y pueda quemar la piel de nuestro pequeño
Una buena alternativa es el sumergir al bebé en un baño de agua templada, a temperatura entre 36º y 37º, durante unos 15 o 20 minutos. Ya que el baño podría relajarlo y así aliviar las molestias que le puedan generar los cólicos de un bebé. Sin olvidarnos que cuando nuestro bebé esté en el baño nunca debe quedarse solo bajo ningún concepto, siempre debemos prevenir cualquier problema que pudiera surgir.
En muchos casos cuando el bebé padece de dolor por cólicos, un buen consejo es colocarlo boca abajo sobre nuestro brazo, lo apretamos contra el pecho y con la otra mano le masajeamos la barriguita con movimientos circulares, verás como poco a poco se va calmando el llanto y se relajará de las molestias.
Sin duda, los brazos de mamá suelen ser en muchos de los casos el remedio más efectivo, por lo que en cuanto comience el llanto debido a estos dolores, no dudes en cogerlo en brazos y pasearte con el por la casa, escuchará el latido de nuestro corazón y le ayudará a relajarse.
Finalmente si ninguno de los remedios que mencionamos anteriormente funcionan y estás dando el pecho, revisa la alimentación que llevas y evita los alimentos que pudieran generar cólicos de un bebé como lo son: la proteína de leche de vaca, y por tanto, los lácteos, col, la cebolla o coliflor.