Si eres de las personas que de todas las tareas domésticas, la que más odian es planchar; bienvenido al club. Por ello, y por el afán de dar solución a algo que trae de cabeza a toda persona independiente, os queremos dar los siguientes consejos Relimpiax. Vuestra vida será mucho más sencilla y no perderéis en tiempo en pelear con la plancha.
Estirar las prendas con una toalla húmeda, es un truco tan simple y útil que lo puedes practicar en tu propia casa o en cualquier lugar. Extiende una prenda arrugada sobre una superficie plana y coloca encima una toalla o paño húmedo. Presiona hacia abajo y estira suavemente la zona con arrugas. Posteriormente, secar y listo.
Al secador de pelo, se le puede buscar otro uso a parte de para peinarse. Este método es el más fácil y consta de tres pasos: Cuelga la prenda arrugada, párate a unos 5 centímetros de distancia, seca con el secador hasta que las arrugas desaparezcan.
El clásico método de la ducha, es el método más lento pero el más utilizado y efectivo. Primero, cierra tu baño completamente (puertas y ventanas para que no hayan filtraciones de aire), luego cuelga la prenda en la barra de la ducha o en la misma ducha. Ajusta bien el chorro de la ducha para que no se moje la ropa que quieres estirar, y luego métete a la ducha como lo haces siempre. Cuando hayas terminado de ducharte, el vapor habrá hecho desaparecer las arrugas.
Otra buena idea es utilizar el método de la botella. Cuelga el ítem que quieres estirar en un espacio abierto. Párate a unos 30 centímetros y suavemente rocía con agua tu ropa. Las arrugas comenzarán a irse a medida que se vaya secando la prenda.
Sabemos que, uno de los mejores métodos que hay para eliminar las arrugas de nuestras prendas es el vapor, ¿verdad?
Pues usa el vapor de una tetera. Esta idea es bastante similar a la de la ducha, pero es más efectiva si quieres estirar una zona más pequeña y no muy arrugada. Pon agua a hervir en la tetera, y cuando ésta ya llega al punto de ebullición, ubica la zona de la prenda que quieres estirar a un pie de distancia y deja que el vapor haga maravillas.
Y por último, uno de los trucos más viejos para planchar es que, después de lavar tu ropa, la cuelgas bien ordenada y estirada en las perchas. Puede parecer una chorrada, pero si la cuelgas bien estirada verás como los resultados te evitan pasar más de una vez por las 2 ó 3 horas de plancha.
Espero que estos trucos os sirvan. Conozco a muchas personas que les a eliminado bastantes quebraderos de cabeza.
¡Buen fin de semana a todos!