Evita las rozaduras en los pies. Toma nota de nuestros trucos caseros.

¿Tienes unos zapatos nuevos y temes estrenarlos porque sabes que te jugarán una mala pasada y acabarás con los pies llenos de rozaduras?

Aquí estamos en Relimpiax para poner solución a tu problema. Ahora con el verano nos gusta estrenar nuestro nuevo calzado y quitarnos los calcetines de invierno. Esto está muy bien para que nuestros pies transpiren pero al estar más en contacto con los zapatos se provocan las dolorosas rozaduras.

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No temas a estas heriditas porque te vamos a enseñar a evitarlas con unos cuantos trucos muy sencillos:

Utiliza crema hidratante.

Este truco es tan sencillo como aplicar a tus zapatos de piel un poco de crema hidratante corporal. De esta manera los reblandecerás y se adaptarán mucho mejor a nuestro pie evitando que los roce hasta crearnos la rozadura. (Deberás frotar la crema hasta que el zapato la haya absorbido completamente)

Agua o alcohol.

Al igual que hemos hecho con la crema hidratante, haremos con el alcohol o el agua. Humedece tus zapatos en alguno de estos productos y déjalos secar. Si con una sola vez ves que no es suficiente, prueba a realizar esta operación varias veces hasta que veas que tus zapatos van cediendo poco a poco.

Introduce los zapatos en tu congelador

Sí! Como lo oyes! Uno de los trucos para evitar que salgan las rozaduras, es meter una bolsa de agua (bien atada) dentro del zapato y lo metemos en el congelador. El efecto que tendrá nuestro truco es que al congelarse, el agua aumenta de tamaño por lo que intentará ocupar el espacio que tiene libre haciendo ceder nuestros zapatos. Si los mantenemos varios días, la piel del zapato terminará cediendo y al colocárnoslo no nos provocarán las dolorosas rozaduras.

Colocarte el zapato para andar por casa

Uno de los motivos de que nos salgan las rozaduras es  el colocarnos los zapatos nuevos durante todo el día. Si el material del que están hechos no ha cedido provocan las heridas al friccionar la piel durante todo el día. Uno de los trucos más antiguos es colocarte cada día los zapatos nuevos unos minutos para estar por casa y andar con ellos. Así lograremos que los zapatos se adapten poco a poco y evitamos rozaduras.

Meter en la horma.

Si los trucos que hemos explicado anteriormente, no nos han servido de ayuda iremos con la última opción. Debemos llevárselo a nuestro zapatero del barrio y él tendrá un aparato llamado horma donde deberá estar el zapato unos días metido y se irán abriendo poco a poco. Este último método nunca falla y te evita las rozaduras a la primera.

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Esperamos una vez más haberos podido ayudar a resolver vuestros pequeños problemas. Nos vemos en el siguiente Post y que tengáis muy buen fin de semana.

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