Época de resfriados
No queremos asustar, pero es cierto que, llegando Octubre, nos encontramos seguramente con unos de los meses con más posibilidades de caer en sus redes. Pasar del frío al calor, o viceversa, en cuestión de segundos, nos hace débiles, y más para aquellos que no son conscientes de lo que ello puede suponer.
Por eso, queremos dar en este post, varias ideas, para aquellos que no solo estén resfriados, sino que puedan enfrentarse a otras enfermedades o molestias, y puedan poner solución sin necesidad de estar esperando al paso del tiempo.
Os presentamos “los remedios caseros “
Los llamados remedios caseros no son otra cosa que remedios naturales hechos en casa para mitigar los síntomas de enfermedades como la diabetes, bronquitis, asma, fiebre, dolores de espalda, cuello, así como alergias y otras afecciones.
Son tratamientos para curar una enfermedad o dolencia que emplean especias, plantas u otros elementos comunes.
Muchos son más utilizados como resultado de la tradición o costumbre o porque son efectivos para inducir el efecto placebo.
Aquí os dejamos una lista de remedios que pueden venir bastante bien:
La irritación de la garganta: este molesto síntoma que nos aqueja cuando tenemos infección en las vías respiratorias o amígdalas.
Destaca una sensación de ardor que suele venir acompañada con dificultades para tragar alimentos con normalidad y con inflamación.
Por suerte, hay ingredientes hidratantes y antiinflamatorios que, tras ser ingeridos, ayudan a suavizarla para detener las molestias.
La menta tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias que ayudan a detener el crecimiento bacteriano y viral en caso de infecciones en la garganta.
Su modo de empleo: Pon a hervir la taza de agua y, cuando esté bien caliente, agrégale las hojas de menta.
Deja que la infusión repose 10 minutos y cuélala.
La miel de abejas es uno de los remedios naturales más potentes y, por lo tanto, es un gran remedio para disminuir la irritación de la garganta.
Sus azúcares y enzimas naturales suavizan los tejidos inflamados y crean una barrera contra el ataque de microorganismos.
Su modo de empleo Diluye las cucharadas de miel de abejas en agua tibia.
El vinagre de manzana. Con sus ácidos orgánicos, ayuda a neutralizar el pH de la garganta para controlar el ardor y la irritación.
Este tiene propiedades expectorantes y antimicrobianas que, entre otras cosas, relajan las vías respiratorias en casos de infección.
Su modo de empleo: Diluye el vinagre de manzana en una taza de agua tibia y agrégale la cucharada de miel.
La conjuntivitis: se produce por la inflamación de la capa conjuntiva, una membrana mucosa que recubre la superficie de los ojos brindándoles lubricación.
Esta se compone por pequeños vasos sanguíneos, que son los que tienden a irritarse, sobre todo cuando están expuestos a microorganismos, partículas del ambiente y sustancias volátiles de los productos químicos.
Producto de esto se genera un notorio enrojecimiento en los ojos, casi siempre acompañado con ardor, comezón y dificultades en la visión.
Por fortuna, hay varios remedios de origen natural que, tras ser aplicados, reducen los síntomas y aceleran su recuperación.
La patata cruda: El agua y los antioxidantes contenidos en el zumo natural de patata son complementos que ayudan a disminuir la inflamación y dolor en los ojos.
Es un remedio idóneo para la conjuntivitis, dado que también calma el enrojecimiento.
Su modo de empleo: Pela la patata, lávala con abundante agua y córtala en varias rodajas.
Llévala al refrigerador, 2 o 3 horas, hasta que estén bien frías.
Pon las rodajas de patata frías sobre los ojos y, cuando empiecen a adquirir una temperatura ambiente, intercámbialas.
Aplícalas durante 10 o 15 minutos, una vez al día.
El té verde contiene sustancias antioxidantes que ayudan a proteger los ojos contra las agresiones causadas el sol, las bacterias y los químicos.
Su aplicación en compresas mejora la circulación en la zona y alivia la irritación que sufre la conjuntiva debido a las infecciones.
Su modo de empleo: Pon a hervir una taza de agua y, cuando llegue a ebullición, agrégale el té verde.
Deja reposar la bebida en el refrigerador, hasta que esté bien fría.
Sumerge varios trozos de algodón en el líquido y aplícalo sobre los párpados.
Deja que actúe 10 minutos y repite su uso 2 o 3 veces al día.
Los ronquidos son un sonido respiratorio fuerte que se produce mientras la persona duerme.
Aparecen debido a una dificultad u obstrucción en las vías respiratorias, y es uno de los trastornos nocturnos más comunes en la población.
Suelen manifestarse de forma leve y esporádica, aunque algunos lo padecen de forma crónica, incluso como señal inicial del síndrome de apnea obstructiva de sueño.
Además de recurrir a estos remedios caseros, para reducir los ronquidos también es importante evitar el tabaco y mantener un peso adecuado para así no dificultar la respiración.
Las hojas de eucalipto y menta: sirven para suavizar la garganta y los canales respiratorios en caso de sufrir ronquidos recurrentes.
Su modo de empleo: Incorpora las plantas en una olla con agua y déjalas hervir durante 5 minutos.
Pon la cabeza cerca de la olla, con cuidado de no quemarte, cúbrela con una toalla e inhala los vapores durante 3 o 5 minutos.
Repite el tratamiento cada noche antes de dormir, en especial si tienes alguna infección respiratoria.
El cardamomo tiene propiedades antiinflamatorias y descongestivas que ayudan a aliviar la irritación de las vías respiratorias superiores para controlar los ronquidos.
Su modo de empleo: Agrega el cardamomo en una taza de agua hirviendo y déjala reposar 10 minutos.
Consume la infusión 30 minutos antes de acostarte.
Recuerda que, además de ingerir estos remedios naturales, es importante mantener un estilo de vida saludable que permita cuidar la salud respiratoria.
Esto, además de un peso sano, permite disminuir la recurrencia de este incómodo problema.
Pocos son los que aquí podemos compartir en proporción a los que existen y apenas conocemos. Curioso todo aquello que tenemos en casa y podemos sacarle gran partido sin saberlo.
Esperamos que sirva y os animéis a dejarnos alguno.
Feliz Otoño.