Recetas de cocina Relimpiax:
Para todos los que pasadas las fiestas de San Isidro sentís que este tipo de dulces tradicionales como las rosquillas deberían despacharse todo el año en las pastelerías y obradores (Cierto es que perderían su encanto de temporada) hoy, en las recetas de cocina Relimpiax, os traemos la sencilla receta de las rosquillas tontas y listas que, junto con las francesas y las de Santa Clara son de los más famosos productos gastronómicos tradicionales de la capital, consumidos en el periodo que oscila entre los primeros días de mayo y el final de las fiestas del Patrón.
Todas se forman con la misma base, diferenciándose unas de otras en su acabado final. Las rosquillas tontas no llevan ningún acabado, no van bañadas, de ahí su nombre. Las listas están bañadas con un azúcar fondant. Las de Santa Clara están recubiertas con un merengue seco, originalmente blanco. Y, por último, las francesas se acaban rebozando con grano de almendra.
Ingredientes para las rosquillas tontas y listas:
MASA
- 500 gr. de harina floja
- 125 ml. aceite
- 125 azúcar
- 250 gr. de huevos (5-6 huevos según tamaño)
- Una cucharadita de anises
- Una copa de anís
ALMÍBAR
- 800 ml. de agua
- 400 gr. de azúcar
- Zumo de limón al gusto o aroma de limón
BAÑO O FONDANT
- 400 gr. de azúcar glas
- 20 ml. de zumo de limón
- 170 gr. de almíbar
- 20 gr. de caramelo líquido (azúcar quemada)
Preparación:
Mezcla el aceite, los huevos y el azúcar en la amasadora. A continuación, pon la cucharadita de anises en otra sartén y tuéstalos al fuego moviéndolos en el mortero y machacarlos hasta hacerlos polvo. Bate tres huevos con el azúcar hasta que estén espumosos, agrega aceite, los anises, la copa de anís y la harina. Mezcla todo bien hasta obtener una masa homogénea.
Seguidamente, embadurna la mesa de trabajo ligeramente con aceite para que la masa no se pegue y trabájala con las manos hasta que blanquee y quede homogénea, sin pegarse a las manos ni a la mesa.
Corta trozos de masa, después amásalos para formar un cuerpo largo y forma la rosquilla sellando los extremos con un apretón de dedos para que no se abra en el horno. Otra opción es hacer una bola, atravesarla con el dedo y agrandarla ayudándote del otro dedo con movimientos circulares. Déjalas separadas sobre la bandeja del horno y píntalas con huevo batido (yemas y huevos batidos a parte iguales).
Pre-calienta el horno a 230º C y déjalas cocer unos 15 minutos hasta que estén doradas. Cuando salgan, ya tienes tus rosquillas tontas a punto (¡Así de simple!).
Para convertirlas en rosquillas listas pon al fuego un cazo con el agua y el azúcar para hacer el almíbar. Llévala al punto de ebullición y deja cocer cinco o diez minutos. Apaga el fuego y reserva.
Cuando retires las rosquillas del horno y hayan perdido algo de temperatura, sumérgelas en el almíbar y deposítalas sobre la rejilla para que escurran. Para hacer el fondant que las recubrirá pon el azúcar glas en un recipiente amplio en el que puedas sumergir las rosquillas, añade el almíbar caliente, el zumo de limón (si quieres más sabor, añade aroma) y el caramelo. Bate bien hasta obtener un fondant más o menos ligero.
Introduce las rosquillas en el fondant y devuélvelas a la rejilla para que se sequen del todo. Pasado poco tiempo, el fondant se habrá enfriado un poco y estará más espeso. Con una cuchara sumergida en el fondant, vierte los hilos sobre las rosquillas y deja resposar hasta que el baño esté seco y crujiente.
Con estos sencillos pasos, ¡esperamos que ya estén vuestras rosquillas, tontas o listas, sobre la mesa! Hasta pronto amigos Relimpiax…