Trucos de limpieza Relimpiax:
A los que todavía estáis en vuestros puestos de trabajo, pero que en pocos días cambiaréis la dura silla de oficina por una toalla sobre la arena de playa… ¡Leed atentamente! Hoy os lanzamos una serie de trucos de limpieza con los que mantener y cuidar vuestras toallas, sombrillas y todo lo que habitualmente os acompaña a la playa.
Cada vez que regresamos de la playa o la piscina, tenemos que lavar tanto las toallas como la ropa de baño, ya que con el salitre y el cloro tienden a deteriorarse. Para limpiar las toallas comenzaremos por leer las etiquetas de lavado, normalmente recomiendan para su lavado un detergente suave y un programa corto en frío, ya que se lavan de forma diaria y pueden desgastarse más fácilmente. Para fijar el color de las toallas de playa podemos añadir vinagre en el aclarado, pues el uso intenso que se hacen de estas prendas en verano, hace que pierdan color. Además, al añadir el vinagre, ahorraremos en suavizante. Cuando sequemos las toallas: al aire libre, a la sombra y en alguna corriente de aire.
Al limpiar la sombrilla de playa, nos encontramos con dos posibilidades: Nuestra sombrilla puede ser desmontable en su parte superior o no. Dependiendo de cuál sea el caso, nos dispondremos a limpiarla de una forma u otra, siendo la sombrilla con cubierta desmontable la más fácil de todas, ya que será suficiente con lavar según las instrucciones de cada fabricante. Normalmente, las sombrillas a las que se les puede desmontar la tela se lavan con agua fría y sin utilizar la secadora. Es más, la mejor solución para secarla es instalarla de nuevo en el soporte y dejarla al sol. Para la opción de tela fija, lo primero que buscaremos es un sitio amplio en el que poder abrir la sombrilla y preparar un barreño con agua tibia y jabón neutro. Antes de humedecerla, retiraremos con un trapo el polvo y posibles restos de suciedad, de la tela y de la estructura. Después, con un cepillo frotaremos toda la superficie hasta retirar las manchas. Finalmente, dejaremos la sombrilla abierta para que se seque y, si no tenemos un soporte en el que fijarla, colocadla en un tendedero con varias pinzas de la ropa. Os recordamos que también existen modelos de sombrillas de materiales plásticos, que basta con pasar un paño húmedo para eliminar la suciedad o, en caso de tener jardín, bastará con darle con la manguera. Te recomendamos que, al regreso de tus vacaciones, dejes todo a punto para la siguiente temporada.
Y para terminar por hoy, os ofrecemos cómo limpiar las sandalias o chanclas, tras un día sobre la arena o la tierra, son el olor y las manchas. Además, su uso continuo, con el calor y la humedad, pueden producir bacterias que desarrollen enfermedades en los pies. Para impedirlo, es esencial limpiar el calzado de manera habitual. La mayoría se pueden meter en la lavadora y no requieren más cuidado que el de aplicar un desodorante al estar secas. Otra opción es pulverizar con unas gotas de árbol del té que, a la vez que sirve de fungicida, elimina el mal olor. El calzado de piel no es aconsejable meterlo en la lavadora y lo mejor es seguir un sistema de limpieza a mano. Para eliminar la suciedad por la parte exterior pasaremos un paño húmedo con un jabón apto para piel ó un poco de leche limpiadora facial. Por la parte exterior e interior. Tras tener limpias nuestras sandalias, aplicaremos una crema de zapatos incolora para impermeabilizar el calzado evitando, así, que la humedad penetre más en el calzado. Si no quisieras usar jabón para limpiar tus sandalias puedes formar una pasta de bicarbonato y agua y frotarlo con un cepillo de dientes. Después debes pasar un trapo húmedo para eliminar los restos de producto y dejarlas secar al sol.
¡Esperamos que, todo lo que hoy hemos compartido con vosotros, os sirva para tener a punto en la playa todo lo necesario para un buen veraneo! Hasta pronto amigos…
